Es mas fácil entrenar a un conejito, si entiendes que su comportamiento está motivado por estos tres factores:
- Su necesidad e inclinación natural a roer y escarbar
- Su necesidad de comunicarse y nuestra tendencia a requerir palabras para entender lo que se comunica.
- Cómo el conejo ve la estructura social, donde todos los miembros de la famila se relacionan con él, por medio de un orden jerárquico establecido por pequeños mordiscos o «piquetes».
Los conejos jóvenes tienen más energía, más necesidad de explorar y (con suerte) menos entrenamiento que los conejos más adultos. Como sucede con los cachorros de perro, a los conejos les gusta roer. Como a los perros mayores, a los conejos adultos aún les gustará roer, pero no de la misma forma que como cuando eran más jóvenes. Los conejos roen para desgastar sus dientes, los cuáles crecen continuamente. Sin embargo, roen objetos que no son comida para satisfacer su necesidad de explorar el mundo, a través de la textura y el sabor. Necesitan desarrollar una mandíbula fuerte y también lo hacen por diversión. Quizás los conejos adultos roen menos porque conocen la textura y sabor del mundo y ya solo necesitan alimento para desgastar sus dientes y mantener su mandíbula fuerte. De cualquier forma, el tiempo está de tu lado cuando se trata de la inclinación del conejo de roer. Por otro lado, el entrenamiento no sucede por sí solo o con el paso del tiempo.
Para que el conejo viva en armonía con su familia, necesitas comprometerte a darle tiempo y dedicación. Si no eres capaz o no puedes comprometerte a darle 30 minutos diarios de entrenamiento, hasta que el resultado deseado se alcance, entonces no deberías adoptarlo/comprarlo (N. del. T: recuerda que además del tiempo de entrenamiento, el conejito necesita, minímo, 5 horas de ejercicio diario).
Preparación
Los conejos deben tener un espacio para ellos (N. del. T: una habitación o corral. En Conejos Colombia promovemos el desuso de las jaulas, ya que ningún animal merece ser encerrado) dentro del entorno familiar, lo suficientemente grande para una esquinera, comedero y bebedero, juguetes y para ellos mismos ( haz click aquí para conocer el espacio recomendado y adecuación). Deben poder estirarse a lo largo en todas las direcciones. Idealmente, deben tener también un mueble o estante para que puedan saltar verticalmente. Con este tipo de hogar, y si es posible con la compañía de otro conejo, puede estar libre en casa todo el tiempo. En un inicio, es mejor restringir las áreas a las cuales tiene acceso. Mientras va aprendiendo con el entrenamiento diario, puedes ir incrementando el espacio hasta llegar a dejarlo libre en casa.
Finalmente, NUNCA JAMÁS lo entrenes con el único propósito de mantenerlo alejado de algo que pueda hacerle daño o causarle la muerte. Las plantas tóxicas y cables eléctricos deben mantenerse lo más alejados del conejo, que sea imposible para él alcanzarlos. Contar únicamente con el entrenamiento y con «esa es la forma en la que siempre se comporta», con todo respeto, es llamar un accidente, del que puedes arrepentirte profundamente y dejar a tu conejito con un terrible dolor e incluso causarle la muerte.
Roer y escarbar
Durante el tiempo de entrenamiento, evita hacer otras cosas y concéntrate solo en el conejo. Abre la puerta de su corral y deja que salga cuando lo desee. Puedes ofrecerle juguetes o premios con tu mano, pero no le interrumpas, si quiere explorar. Vigílalo cuidadosamente, mientras está fuera del corral. Si el conejo comienza a morder algo que no quieres que muerda, ofrécele inmediatamente otras cosas que sí pueda morder. Bloquea el acceso a lo que sea que estuviera mordiendo para que deje de ser una tentación (bloquealo bien para que no retes al conejo a traspasar y seguir mordiendolo).
Si es posible, ofrecele algo que sea similar (o mejor) al sabor y textura de lo que estaba mordiendo. Por ejemplo, un pedazo de tapete, en lugar del tapete real (siempre y cuando no ingiera los pedazos que rompe) o una vara de árbol de manzana o sauce, en lugar de las patas de la silla.
Si es posible, ofrecele algo que sea similar (o mejor) al sabor y textura de lo que estaba mordiendo. Por ejemplo, un pedazo de tapete, en lugar del tapete real (siempre y cuando no ingiera los pedazos que rompe) o una vara de árbol de manzana o sauce, en lugar de las patas de la silla.
Lo mismo aplica para escarbar. Si el conejo ama escarbar en el tapete, puedes armar una caja con heno, papel rasgado, etc para que el conejo escarbe alli.
Los conejos necesitan comunicarse con quienes convive, pero, obviamente, su forma de comunicarse no incluye palabras. Un ejemplo de dicha comunicación es luchar cuando los alzan. Esto simplemente (y obviamente) significa: «¡No me gusta que me alcen» «¡Bájame!» «¡POR FAVOR, ¡bájame!» «¡NO ME SIENTO SEGURO cuando controlas mi cuerpo de esta forma». Hay pocas ocasiones en las que es apropiado que fuerces tu voluntad sobre él de esta forma. Obviamente, si se necesita examinar o recortar los dientes del conejito, debido a una maloclusión, es necesario sostenerlo en contra de su voluntad. Pero es injustificable que se imponga nuestra voluntad sobre ellos, únicamente para satisfacer un deseo propio.
Si quieres tener un conejo que disfrute saltar en tu regazo y ser acariciado, enséñale a que puede confiar en ti, al no cogerlo o alzarlo en contra de su voluntad, cuando se te acerca. Él no esta tratando de herirte, sino de recordarte que respetes su espacio y sigas con tus propios asuntos. Cuando un conejo muerde, en un esfuerzo por comunicarse apropiadamente como en este caso (hablaremos de los mordiscos inapropiados más adelante), propablemente, no se de cuenta de cuán doloroso es ni que tan severa será la herida. Haz un chillido corto y fuerte para que el conejo sepa que te lastimó. El chillido debe ser fuerte, como para alarmar un poco al conejito. La próxima vez que te muerda (apropiadamente. Es decir, con el propósito de comunicarse), te sorprenderás de la gentileza con la que lo hará. Continúa haciendo chillidos cuando te muerda. Sin embargo, solo hasta que el mordisco sea suave y no te cause dolor o heridas. (Nota: usa hielo en la herida rápidamente).
Finalmente, llegamos al comportamiento motivado por el hecho de que todo conejo quiere ser el conejo alfa. Tales comportamientos no tienen que ver con el hecho de que roan, escarben, el entrenamiento para hacer en la esquinera o caja de baño o los mordiscos de los que acabamos de hablar, pero puede ser confundido por algunas de estas cosas. Ten en cuenta que tu meta es convencer al conejito de que tú eres el conejo alfa. Esto no es lo mismo que forzar tu voluntad sobre él, de tal forma que ignores sus necesidades y deseos. Es más bien una parte importante para mantener el equilibrio en la relación, que satisfacerá sus necesidades y también las tuyas (él estará contento de aceptarte como el conejo dominante y que el sea el seguidor, una vez te vea naturalmente como el dominante). Inclusive hará posible que cumplas todas las funciones como el encargado de su cuidado.
Si un conejo salta en el sofá, donde estás sentado y te muerde deliberadamente, probablemente está reclamando el sofá como suyo. (Eso es un «mordisco inapropiado»). No solo debes hacer un chillido, sino que debes firmemente (pero con gentileza) bajarlo al piso y decirle un tajante «¡NO!». Si vuelve a subirse y te muerde, repites el chillido y el «¡NO!» y lo bajas al piso. Si lo hace una tercera vez y te vuelve a morder, es hora de que «vaya a su habitación» (es decir, debes alejarlo de la zona por dos minutos). Si hace una pataleta, golpeando con sus patas traseras el piso y echandose de un lado para el otro, ignoralo. Después de que se calme, puede volver. Si continúa tratando de adueñarse del sofá, deberás bloquear la zona, hasta la próxima vez que consideres que puede volver. Este método también aplica cuando el conejo intente dominarte. Será más feliz, cuando aprenda que tú eres el conejo alfa y el no.
Otro comportamiento relacionado a la dominancia es la poca bienvenida orina en el lugar donde te sientas o en tu cama. Esto equivale a un conejo orinando en el territorio de otro conejo. La victima podría aceptar el insulto y la dominancia del agresor o puede decidir pelear con él. Niguna de estas opciones es apropiada para un humano. Puedes cerrar la puerta de tu habitación, controlando el acceso a tu cama (tú eres el dominante). Con el sofá, es seguir el entrenamiento previo. Tambien funciona rociar con un atomizador un poquito de vinagre, ya que a la mayoría de conejos no les gusta el olor y se alejaran.
Resumen
Entrenar a un conejo requiere de compromiso, tiempo y dedicación. No es solo enseñarle la palabra «¡NO!» (que solo le enseñará al conejo a esperar hasta que el humano no esté mirando). Es aprender a entender lo que le gusta y no le gusta al conejo, es trabajar para ofrecerle cosas que el realmente disfrute, es pensar en nuevas posibildades cuando se aburra de sus juguetes viejos y es hacer el esfuerzo para cambiarle los juguetes frecuentemente para mantener el interés.
¡Disfruta la compañía de tu conejito al máximo! Entrenalo muy bien y con cuidado, amálo con todo tu corazón, aprécialo por lo que es y por cómo es y juntos experimentaran el gran placer de compartir sus vidas juntos en armonía.
¡Disfruta la compañía de tu conejito al máximo! Entrenalo muy bien y con cuidado, amálo con todo tu corazón, aprécialo por lo que es y por cómo es y juntos experimentaran el gran placer de compartir sus vidas juntos en armonía.
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Fuente: House Rabbit Society
Traducción: conejoscolombia.com
Imagen de cabecera: ©Patricia Vazquez
Imagen de cabecera: ©Patricia Vazquez
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