La gente que no ha convivido con conejos, frecuentemente, preguntan a aquellas personas que los tienen, si son "buenas mascotas", si es así, si se parecen más a los perros o a los gatos. La mayoría de las personas que tienen un conejo no saben cómo responder a estas preguntas, no sólo porque hemos trascendido estas cuestiones mundanas en nuestra propia relación con los conejos, si no también porque la naturaleza chovinista de las preguntas en sí nos hacen sentir incómodos.
Parece ser que para la mayoría de la gente una "buena mascota" es aquella que muestra afecto, de una forma que los humanos podemos entender sin mayor esfuerzo ( Por ejemplo, sentarse en nuestras piernas o venir cuando se le llama), si participa en juegos que los humanos podemos comprender fácilmente (las cogidas, buscar y traer, o perseguir), o si hace un esfuerzo obvio para comunicarse vocalmente (ladrar para que lo dejemos entrar o salir, maullar por comida). La gente parece estar segura de que estas cualidades no las posee un conejo, de ahí que los conejos no puedan ser "buenas mascotas". Por otro lado, algunas personas esperan estas características en todos los conejos y pueden llegar a decepcionarse de uno que no desea o es incapaz de cumplir con sus expectativas.
La segunda pregunta, "¿son los conejos más como gatos o perros?", naturalmente, sigue a la primera. Mi respuesta usual es "¿son las personas más como peces o cacatúas?" Después de todo, los conejos son, primero y sobretodo, como conejos, y la única manera de averiguar cómo son es conviviendo con uno o más. Encontrarás que los conejos comparten algunas características con los perros, unas pocas con los gatos, y algunas otras con los humanos. Probablemente, también, compartan algunas con los peces y las cacatúas. Pero, mayormente, son como conejos, y aprender cómo son los conejos es parte de la alegría de vivir con ellos. El hecho de que esta pregunta, como la de las"buenas mascotas", es planteada, deja clara la posición de los humanos de que las demás especies deben conformarse con nuestra noción de "bueno" para que sean consideradas como valiosas en nuestro mundo.
El otro día, me senté en el piso del cuarto y me puse a devolver llamadas. Megan, nuestra coneja de Nueva Zelanda con sobrepeso y muy agresiva (quien, paradojicamente, ama ser acariciada) corrió, me quitó el cuaderno de mis manos, le hizo un hueco en la esquina y lo pisoteo. Se lanzó contra mi mano, mientras yo rescataba el cuaderno, y me rasguñó con sus dientes. Luego, empujó mi pierna y se sentó a mi lado. Le sonreí y acaricié su cabeza (como me habían indicado que hiciera). La persona al teléfono me estaba hablando sobre su conejo, que no dejaba que ella lo alzara, que se lanzaba y mordía cuando se le acercaba, y que parecía "odiar" a la familia. El perro de la familia, por otra parte, amaba a los niños y jugaba con ellos todo el tiempo; estaban decepcionados con el conejo y querían que yo le encontrara un nuevo hogar.
Miré a Megan, su cabeza contra el suelo, sus ojos cerrados, sus orejas relajadas, su grasa corporal extendida hacia atrás. No, ella no se comporta como un perro. Si un perro se abalanzara y te mordiera, se justificaría que estuvieras preocupado porque las relaciones humanas-caninas son completamente diferentes a las de humanos y conejos. Pero Megan, y el conejo de la persona al teléfono, actúan como conejos, cada uno a su manera. Me di cuenta que la diferencia es que yo acepto la agresividad de Megan (¡e incluso su rebeldía!), mientras que la persona al teléfono parece estar resentida con su conejo porque su comportamiento no encaja en su ideal de una "buena mascota".
La implicación de que algunos animales (generalmente, perros y gatos) son, simplemente, "mejores mascotas" que otras, se basa en la suposición de que para que encajen en nuestras vidas, todos los animales deben parecerse a aquellos a los que estamos acostumbrados. Tal suposición elimina la responsabilidad de los seres humanos y la ubica únicamente en el animal. Aunque se espera que el conejo cumpla con las expectativas del humano, muy frecuentemente el humano nunca considera cumplir con las de ellos. Sin embargo, en casi todos los casos, un nueva y maravillosa relación es forjada cuando comienzas a cumplir con las expectativas de un conejo. Megan me abordó y yo reaccioné de una forma que ella encuentra apropiada, aunque a mi me parezca extraña al principio. Después de unas pocas semanas, Megan confía en mi, le agrado, ¡pero todavía me mordisquea los pies si me acerco mucho a su perejil!
¿Esperamos mucho o no lo suficiente? Dudo en decirle a la gente que no espere que su conejo salte sobre sus piernas, brinque en su regazo, o lama sus manos porque algunos conejos lo hacen. Pero mucha gente espera tales comportamientos y se decepcionan cuando el conejo no lo hace. Actualmente, ninguno de los conejos con los que vivo hace estas cosas de perros, pero a través de los años he descubierto un rango de actividades interesantes en las cuales los conejos participan, que a los perros o gatos de nuestra familia no se les hubiera ocurrido. Puede que Megan no salte a mis piernas, y sea más dada a morder mi mano que a lamerla, pero ella aterroriza diariamente al gato, se las ingenia para gruñir cuando se enoja, al mismo tiempo que hace cabriolas de alegría en el piso, y hace demandas más eficaces que nuestras mascotas más ruidosas.
Parte del problema reside en nuestro uso del término "mascota". Después de todo, una mascota es aquella que es "domesticada", lo que implica pasividad y posesión. Pocas veces, llamamos a otros seres humanos "mascotas", y la mayoría de la gente lo consideraría un insulto, si lo hiciéramos. Al usar el término para describir animales, les reducimos su importancia en nuestras vidas. Les negamos su derecho a la individualidad y a un estilo de vida que puede, o no, permitirnos adularles. Por otro lado, un conejo que es compañía es uno al que, como a nuestros amigos humanos, se le alienta a desarrollar la personalidad que la naturaleza le dio y es apreciado por quien es.
Así que, ¿qué debemos decir cuando nos preguntan si los conejos son "buenas mascotas"? No quiero asegurar que lo son porque conozco las implicaciones de la frase. Por otra parte, si dudo en explicar, pensaran que estoy dando excusas. Puede que sean incapaces de ver lo especiales que son los conejos. Quizás, aquellos que sabemos, a través de la experiencia, cómo son los conejos, debemos abstenernos de responder estas preguntas. En cambio, expliquemos que los conejos son una compañía maravillosa, emocionante, inteligente para gente maravillosa, emocionante e inteligente. Después de todo, llenar las expectativas de un conejo como Megan, o Trixie, o Phoebe, o Bandit ¡toma mucho trabajo! Su tipo de persona es aventurera, encantada con las muestras de valor y vigor, deseosa de aprender un nuevo idioma, un nuevo estilo de vida, un nuevo código de comportamiento. Aquellos que viven de estereotipos, encasillamientos, o clasificaciones no necesitan aplicar.
Elizabeth TeSelle
House Rabit Journal, Volumen 3, Número 5.
1995.
Traducción: Conejos Colombia
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